El flete permitido describe un acuerdo entre un comprador y un vendedor en el que el comprador paga el costo de envío y el vendedor lo deduce de la factura. Esto significa que la obligación del vendedor es asegurarse de que la mercancía llegue al destino del comprador pero no después de este.
Este término se utiliza normalmente para describir los acuerdos de envío en los que ambas partes están a cierta distancia entre sí. En tales casos resulta vital definir cómo se realizan los envíos. Esto le da al comprador suficiente espacio para decidir cómo organizar el envío. Esto elimina casos en los que el comprador piensa que el vendedor está cubriendo el costo de transporte de los bienes que compró y luego descubre que ese no es el caso. Esto tiene el potencial de aumentar el riesgo de pérdida, así como el costo total de la transacción.
Para saber si un envío en particular puede enviarse según el flete permitido, una persona debe consultar al vendedor. También se puede encontrar esta información inspeccionando las condiciones de venta antes de comprometerse a comprar un artículo en particular. Esto se recomienda para reducir el riesgo de complicaciones como retrasos en la entrega de la mercancía.